viernes, 30 de enero de 2009




Las fracturas por compresión de la extremidad distal del radio se caracterizan porque la fuerza actuante provoca una impactación del tejido óseo esponjoso metafisario. Esto va a condicionar que, al conseguir la reducción de los fragmentos articulares por tracción, se provoca la aparición de un vacío óseo central metafisario, y por tanto la pérdida del principal soporte estructural para el hueso subcondral.
Estas características hacen de estas fracturas extremadamente inestables, ya que tienen una gran tendencia al colapso y, por tanto, al acortamiento residual del radio, que conlleva un disbalance de la articulación radiocubital distal, lo cual se traduce clínicamente en dolor y limitación en los movimientos de pronosupinación.
Por tanto, podríamos intuir que ante estas fracturas, el principal reto para el cirujano no es conseguir la reducción inicial, sino ser capaz de mantener esta reducción hasta la consolidación de la misma. La tendencia de la fractura al desplazamiento secundario puede de alguna manera predecirse en función de ciertos parámetros como el grado de conminución dorsal, desplazamiento inicial y calidad del hueso fracturado.

La fractura abierta se define como aquella en la cual se encuentra comunicación del foco de la fractura con el medio ambiente, a través de una herida en la piel. La intensidad y la energía del trauma, la severidad del compromiso óseo y de los tejidos blandos definen el tipo de fractura y su clasificación, y orienta su manejo.
Del manejo inicial del paciente en general y de la fractura abierta en particular, depende el resultado final de sobrevida del paciente, las incapacidades residuales y la función de la extremidad comprometida.
El 39% de los pacientes con fractura abierta son víctimas de politrauma. Por lo tanto, son pacientes con compromiso de dos o más sistemas y su manejo inicial debe estar enfocado a evaluar las lesiones que pongan en riesgo la vida del paciente.
Una fractura abierta es una herida contaminada. Entre el 60 y el 70% de estas heridas muestran crecimiento bacteriano a su ingreso. Una fractura abierta requiere tratamiento de emergencia. Se considera que una herida que permanece más de 8 horas sin manejo, se debe considerar una herida infectada y no tan solo contaminada.