

Las fracturas por compresión de la extremidad distal del radio se caracterizan porque la fuerza actuante provoca una impactación del tejido óseo esponjoso metafisario. Esto va a condicionar que, al conseguir la reducción de los fragmentos articulares por tracción, se provoca la aparición de un vacío óseo central metafisario, y por tanto la pérdida del principal soporte estructural para el hueso subcondral.
Estas características hacen de estas fracturas extremadamente inestables, ya que tienen una gran tendencia al colapso y, por tanto, al acortamiento residual del radio, que conlleva un disbalance de la articulación radiocubital distal, lo cual se traduce clínicamente en dolor y limitación en los movimientos de pronosupinación.
Por tanto, podríamos intuir que ante estas fracturas, el principal reto para el cirujano no es conseguir la reducción inicial, sino ser capaz de mantener esta reducción hasta la consolidación de la misma. La tendencia de la fractura al desplazamiento secundario puede de alguna manera predecirse en función de ciertos parámetros como el grado de conminución dorsal, desplazamiento inicial y calidad del hueso fracturado.
Estas características hacen de estas fracturas extremadamente inestables, ya que tienen una gran tendencia al colapso y, por tanto, al acortamiento residual del radio, que conlleva un disbalance de la articulación radiocubital distal, lo cual se traduce clínicamente en dolor y limitación en los movimientos de pronosupinación.
Por tanto, podríamos intuir que ante estas fracturas, el principal reto para el cirujano no es conseguir la reducción inicial, sino ser capaz de mantener esta reducción hasta la consolidación de la misma. La tendencia de la fractura al desplazamiento secundario puede de alguna manera predecirse en función de ciertos parámetros como el grado de conminución dorsal, desplazamiento inicial y calidad del hueso fracturado.